El cineasta estadounidense, Martin Scorsese, aseguró hoy que el cine es un arte que «siempre es el presente», y que permite que las películas del fallecido director español Luis Buñuel estén más vivas y sean más actuales que las redes sociales o que «el último mensaje de texto que recibes, si sabes cómo utilizar un teléfono móvil».

En su discurso en la entrega de los Premios Princesa de Asturias en la ciudad española de Oviedo (norte), Scorsese aceptó el galardón en la categoría de las Artes en nombre de la libertad de encontrar la tranquilidad y el enfoque para no dejarse llevar por todas esas categorías absurdas actuales o por los juicios triviales, los sistemas de calificación y los pronunciamientos de moda».

Esa libertad de creación, subrayó, permite llegar a ver «todo el camino que conduce a la revelación de lo que no se puede nombrar, sino solo sentir y -para aquellos de nosotros que encontramos la gracia- expresar a través del arte».

Scorsese agradeció un premio que procede de la tierra de Cervantes, Goya, Unamuno, Picasso, Lorca y Luis Buñuel, «uno de los más grandes artistas de la historia del cine».

Admitió que le emociona ver en la obra de cineastas jóvenes el «gesto cinematográfico» en que consiste la creación con una yuxtaposición de un plano a otro, una composición o un movimiento de cámara, pero que reflejan que ese autor quería contar «esa historia particular con esas imágenes particulares».

Recordó que, pese a que tras cuarenta años de carrera sigue sin sentirse «un profesional», en sus inicios no tenía mucho que ver con el «negocio» del cine, al que quería acceder «casi únicamente para obtener el dinero para hacer las películas».

Frente a ello, los jóvenes cineastas, apuntó, disponen de múltiples oportunidades y pueden hacer una película con cualquier cosa dado «todas las herramientas están ahí y son asequibles » y se puede rodar simplemente con una cámara de teléfono móvil.

Pese a esas oportunidades, Scorsese confesó sentirse «muy preocupado» por el futuro del cine en una sociedad en la que el arte «es siempre tan frágil» y se le critica y se le margina «como si no fuera esencial para la vida».

En la actualidad, dijo, el cine se ha convertido en una corriente dentro de un «torrente» de imágenes en movimiento que inundan nuestras vidas en el que se mezclan episodios de una serie de televisión, un vídeo de gatos o perros, vídeos didácticos, los ‘reality shows’, Lawrence de Arabia y reportajes.

Todo se ha convertido, a su juicio, en lo que llaman ahora contenido, una palabra que no le gusta y que ha llevado a que el debate serio sobre el cine, el juicio crítico, se haya cortado «de raíz», particularmente en su país.
En esa coyuntura, planteó, el cine se devalúa continuamente mientras la tecnología permite que «cualquiera haga una película».

Para Scorsese, se debe respetar la libertad de elección, pensamiento y acción que conduce a la creación del arte y dar a los jóvenes confianza y capacidad para trazar su propio camino en la vida» para no dejarse llevar «por todas las consignas y los ganchos comerciales» y ver el camino que conduce a su propia luz interior.

«Ahí es donde comienza la verdadera lucha; la lucha por el espíritu», subrayó para recordar que cuando don Quijote peleaba con molinos de viento pudo estar haciéndolo contra la tecnología de su época y «para preservar el espíritu» luchó contra ella.

A su juicio, en esa imagen, una de las grandes y duraderas de nuestra civilización, se puede encontrar la manera de conquistar la tecnología actual para que los artistas puedan usarla en lugar de ser utilizados por ella.

EFE