«Retrospectiva» – Alfonso Puyal – 2023
Profesor de Comunicación Audiovisual en la Universidad Complutense de Madrid.
Exposiciones individuales: Objeturas, Café Repórter (Madrid), mayo 1999 | Papel Prensa, Musuri Marcos (Madrid), noviembre-diciembre 2003 | Colaje & Cita, Fundación ArtSur (Madrid), marzo-abril 2010 | 45 gr/m2 Obra sobre papel, Sala Pavilion (Madrid), diciembre 2018
Exposiciones colectivas: Galería del Progreso (Madrid), diciembre 1993 | Galería Astarté (Madrid), diciembre 1995 | Estampa 96 (Madrid), noviembre 1996 | Pornografías, Galería Carmen de la Guerra (Madrid), abril-mayo 1997 | New Art (Barcelona), noviembre 1997 | Galería Por Amor á Arte (Oporto), abril-mayo 1998 | Mulier, Mulieris, Museo de la Universidad de Alicante, marzo-abril 2010
Ilustraciones en revistas: Gran Reserva nº 58 (marzo 1992) | Cercha nº 18 (junio 1993) | Claves de Razón Práctica nº 45 (septiembre 1994) | Estrella Magazine nº 7 (otoño 1994) | GQ España nº 7 (diciembre 1995) | Cuadernillo de poesía nº 14, por José Francisco García Prados, Red Arte Joven, Comunidad de Madrid (1995) | Susana y los Viejos nº 1-2 (1997) | Encrudo: Fanzine Gastronómico nº 1 (2011) | Escritura e Imagen vol. 10 (2014) | Perdura nº 1 (2017) | Normal: Revista de Creación Contemporánea nº 11 (marzo 2020)
Libros objeto: Atlas de fisiología sexual (1997) | Notas sobre televisión (1998) | Objeturas (1999) | Retratística (2000) | Visual Items, scroll 30×430 cm (2000-2005) | Erofagastia (2005) | Vie de Henry Brulard (2005) | Standing Bodies (2009) | Libreta de direcciones de un dipsómano (2012) | Breviario de imperfecciones (2014) | Pasaporte (2016) | Le carnet de la constance (2017) | Bocetos, versiones, documentos, ensayos (2020)
Vídeo: Estudio estático iv (1984-2021). Super 8 transferido a digital; 4 mins. Música: Eduardo Aguirre de Cárcer. Presentado en la Muestra Nacional de Cine en Super 8, XXIII Festival Internacional de Cine de Gijón (julio 1985).
Obra literaria: Catálogo razonado (Madrid: Sial, 2000)
Las series calcográficas Suite de notables (1994) y Diagramas tontos (1996) corresponden a una etapa de iniciación en la técnica del aguafuerte y del fotograbado a partir de la transferencia con fotocopias. Prefiguran en cierta manera los elementos y motivos que después se incorporarían a los collages.
Los Cuadernos (1981-2020) son un trabajo de introspección. Aunque no se trata en modo alguno de diarios, sí está volcado en ellos todo el universo íntimo del autor. El planteamiento de la obra en su totalidad es el compendio de diferentes pensamientos, unos escritos y otros dibujados.
Existe toda una tradición en torno a los cahiers, que se ha convertido en género literario y en soporte artístico. No es esta la finalidad que persiguen estos cuadernos. Coinciden en dar mayor importancia al desarrollo que al resultado. Pero difieren en que no son una herramienta o apunte destinado a una obra definitiva, sino una pieza en sí misma; una pieza de orden material y conceptual. Los cuadernos son objetos que contienen imágenes y su reproducción en pantalla o en papel los convierte otra vez en imágenes.
En cualquier caso, hay que destacar el carácter gráfico de las páginas, hasta el extremo que los cuadernos están exhibidos no tanto para ser leídos como para ser vistos. Su contemplación no deja de ser una suerte de estímulo visual. Las páginas funcionan como un paseo ocular. No es necesario seguir el orden de lectura impuesto por las líneas de texto, sino dejarse llevar por la impresión de conjunto.
Los cuadernos llevan título porque poseen una entidad individual, pese a que simplemente terminan cuando se agotan sus páginas. La muestra concluye con el primer día de confinamiento.
Comenzada su ejecución en 2000, los collages constituyen un elogio de la imagen fotomecánica y la impresión tipográfica. Hay piezas basadas en la figura abstracta que responden a un sencillo juego plástico, surgido a partir de un vocabulario de formas que ha ido evolucionando sobre la marcha. Quiere esto decir que, en la mayoría de los casos, estas obras no han surgido de un núcleo temático o de un referente conceptual, sino del propio proceso de realización del collage. La expresión “sin objeto” cobra aquí todo su sentido, porque precisamente carecen de significado. Paradójicamente, todas las obras están tituladas.
Otros collages resultan más anecdóticos. La anécdota no es sino una prolongación de los collages sin objeto. Las piezas parten de imágenes concretas, a veces un detalle; otras, una cita visual. De cualquier manera, esos recursos fotográficos tienen la pretensión de transformarse en imágenes esenciales que remitan antes a una idea que al reconocimiento de un objeto determinado.
Rollo horizontal de 43 metros de longitud que, a modo de atlas, despliega una selección de imágenes pertenecientes al legado visual de diferentes civilizaciones, máxime la occidental.
Responden a la necesidad imperiosa del autor por recopilar imágenes documentales, procedentes de todo tipo de materiales impresos. En ese sentido, puede considerarse una obra en curso, sin fin. Son reproducciones encontradas en periódicos o revistas cuya agrupación obedecía a un proyecto en principio oculto: otorgar igual valor a las obras artísticas y a las imágenes técnicas. El proceso de hallazgo y ensamblaje ha terminado por definir el discurso.
Propone un repertorio de imágenes de una actualidad que iba incorporándose a la obra conforme sucedía y que ahora pertenece al pasado reciente y, en ocasiones, al olvido.
Constata de qué modo las fotografías tomadas por los medios se imponen instantáneamente como acontecimientos, aniquilando así la distancia y la conciencia históricas. Estas imágenes corresponden al comienzo de siglo (2000-2005) y se contrastan con otros tantos ítems de siglos anteriores.
Hace especial detenimiento en el retrato de mandatarios o figuras reconocidas en los campos de la literatura, las artes, las ciencias y la cultura popular. Estas fotografías no solo retratan a personas físicas, también el espíritu de su tiempo. Otra temática recurrente es la mostración del cuerpo en diversos marcos de representación: ciencia, arte, moda, pornografía, publicidad, imagen diagnóstica.
Visual Items obedece a un programa iconográfico basado en las oposiciones binarias entre las formas: físico e intelecto; masculino y femenino; bello y abyecto; cotidiano y trascendente; holístico y fragmentario; material y espiritual; biológico y geométrico.
En 1984 rodé una pequeña película muda en super 8, que fue presentada al año siguiente a un festival de cine. Realicé varios ensayos con objetos inanimados hasta que monté estudio estático sin mayores pretensiones. Me interesaba por aquel entonces el aspecto que adquirían las cosas por el solo hecho de ser filmadas. Tenía además en mente un pensamiento de Jean Cocteau, quien escribió: “Una casa fotografiada y una casa filmada no tienen parecido. Incluso cuando nada se mueve, el cinematógrafo capta todavía alguna cosa” (Ensayo de crítica indirecta, 1932). La bobina quedó olvidada, hasta que en 1997 fue rescatada de una vitrina.
Se me ocurrió entonces que debía incluir sonido y pedí a Eduardo Aguirre de Cárcer que compusiera la música. A partir de ahí cambió el sentido de la película. La intención era que, en vez de limitarnos a incorporar una música encima de las imágenes, fuera la banda de imagen la que sirviera de acompañamiento visual a la partitura. En definitiva, se invirtieron los términos de tal manera que la música se convirtió en la base de la película. El encargo se hizo esperar y no fue hasta 2003 cuando se editó con la banda sonora, ocasión que se aprovechó para transferirla a digital. De ahí surgió esta segunda versión de estudio estático iv, que ahora presentamos remasterizada.